domingo, 27 de febrero de 2011

¿De San Pedro o de San Julio?

Hoy quiero hablaros de un tema que me hace mucha gracia. Le he dado muchas vueltas…, y todavía no comprendo como se pudo llevar a cabo tan codicioso plan.

Con la Iglesia hemos topado. Hoy voy a revelar ciertos temas relacionados con lo religioso que posiblemente desconozcáis. No os echéis las manos a la cabeza, voy a intentar ser laico evitando la ofensa.

Nos vamos a transportar a principios del S.XVI y os voy a presentar al papa Julio II, vanidoso, maquinador, absolutista y maquiavélico. Se le conocía como el “Papa Guerrero”, por su actividad política y militar de su pontificado. Su arrogancia le llevó a encargar el sepulcro más majestuoso de toda la cristiandad, y por esto, hoy he escrito este relato.

Fue a Miguel Ángel a quien se le encomendó el trabajito, y éste diseñó tal mausoleo que no entraba en ningún sitio. Con esas dimensiones la solución fue remodelar el pequeño templo de San Pedro para que el sepulcro de Julio II resplandeciera en toda su grandeza. En 1506 el Papa colocó la primera piedra de la Basílica de San Pedro.
Construir la basílica de San Pedro llevó 120 años, y como no había arquitecto que viviese tanto, se iban sucediendo unos a otros. Conclusión, uno quitaba otro ponía, otro corregía sobre lo corregido, etc., etc.

Esta basílica no solo llevó mucho tiempo construirla, también necesitó mucho dinero, y claro, según estaban las cosas habría que sacar maravedís hasta de debajo de las piedras. Es aquí donde viene lo que a mi me hace gracia. El siguiente papado a Julio II fue el de León X, y éste se montó el mejor invento para sacar dinero, vender indulgencias por cantidades astronómicas a los arzobispados y éstos a su vez a los católicos para salvaguardar un lugar en el cielo. En el siglo XVI los cristianos estaban atemorizados con el infierno, así que las vendieron como churros, evitándoles las llamas del averno.

Conclusión: El negocio enfureció a Lutero y Alemania se negó a pagar las indulgencias, provocando la pérdida de millones de fieles. La cristiandad quedó dividida, y todo porque al señor Julio II se le metió en la cabeza meter su tumba dentro de San Pedro, para que luego terminase enterrado en un sepulcro más pequeño y en otra Iglesia.

A.E.C

martes, 22 de febrero de 2011

Eiffel, una torre desterrada.

Con una pincelada de romanticismo, hoy voy a hablar de una estructura nombrada en sus inicios “torre de 330 metros” (Tour de 330 mètres), estructura de hierro diseñada por el ingeniero vanguardista francés Alexandre Gustave Eiffel.

Menudo disgusto tenían los parisinos a finales del siglo XIX, cuando el ingeniero les estaba construyendo en la ciudad una enorme torre de hierro, horrible y que no servía para nada, simplemente para ser la estructura más alta del mundo (1889). En principio midió 300 metros y posteriormente fue prolongada con una antena hasta 325 metros. El bálsamo de los parisinos era que aquella torre iba a ser desmontada en cuanto terminase la Exposición Universal de París.

Aquellos hierros (6.300 toneladas) fueron construidos en dos años, dos meses y cinco días (1887-1889), y conoció un éxito masivo y constante a partir de los años 60, con el desarrollo del turismo internacional. Actualmente acoge a 6 millones de visitantes al año.

La pena de todo esto es que podríamos visitarla sin salir de España, ya que la podríamos tener plantada en Cataluña. Si, así es. El ingeniero Gustavo Eiffel propuso construirla para la Exposición Universal de Barcelona en el año 1888, pero claro, los dirigentes del ayuntamiento en ese instante decían…, ¡qué estructura más horrible y que montón de hierros inservibles que amenazan con derrumbarse!. También decían que era muy caro y que no encajaba con la ciudad. Claro que ahí estaba Gaudí construyendo su Sagrada Familia, y la torre Eiffel no pegaba ni con cola. Así que Eiffel se fue con su torre a otra parte y la propuso para la siguiente exposición, la de París en el año 89.
Al principio como hemos comentado la reacción parisina fue de espanto, pero bueno si luego la desmontaban no pasaba nada, tampoco pegaba con la fina estética parisina. Pero la torre empezó a crecer y a crecer y a punto estuvieron de derrumbarla en la primera década del siglo XX.

Cuando llegó la Primera Guerra Mundial descubrieron que con la altura de la torre, podrían instalar una antena y así escuchar las comunicaciones alemanas. ¡Para algo tenía que servir la estructura de más de 300 metros!.

Ahora es el monumento mas visitado del mundo y, todos pensamos, qué pena que no esté en España.

A.E.C

domingo, 20 de febrero de 2011

La Gioconda, una italiana en París.

Hoy se me ha venido a la mente La Gioconda. He empezado a pensar en el
cuadro y os lo voy a contar. Cada cierto tiempo publicaré un relato, que
siempre será interesante para aprender algo nuevo. Espero que os guste.

La Gioconda (traducido al español es "Alegre") como todos sabéis también
conocida como 'La mona lisa', fue pintada por Da Vinci en el año 1503 y se
exhibe en el Museo de Louvre de París. Hay que tener en cuenta que el cuadro
es italiano, todavía no sabemos que hace en París.

Existen muchos enigmas que rodean a la obra. Se dice que la modelo era
vecina de Leornado, incluso se decía que estaba embarazada porque
simplemente tenía las manos sobre el vientre. Como anécdota podemos contar
que la obra fue robada en 1911 aunque el 12 de diciembre de 1913 fue
recuperada en Florencia con la sonrisa puesta. El autor fue un italiano,
carpintero del museo, llamado Vincenzo Peruggia que salió del museo con el
cuadro debajo del brazo como si él no hubiese hecho nada, lo hizo por
patriotismo. Leonardo era italiano, se pintó en Italia y la dama era
italiana. ¿Qué hace en París?
Aunque Peruggia fue el autor material del robo, la cabeza pensante fue un
argentino que enredó al empleado diciéndole que el único objetivo era
devolver la obra a su país de origen, el italiano se lo tragó, pero el
objetivo del argentino era otro. Antes del robo encargó a un experto en
falsificación que se hicieran 6 cuadros exactos a la Gioconda, para que
cuando el italiano realizara el robo, el argentino vendiera las 6 copias por
un valor de 60 millones de dólares.

No podemos dejar de hablar de la supuesta sonrisa, un efecto que al mirarla
fijamente hace que desaparezca y solo aparezca cuando fijamos la vista en
otros puntos de cuadro. No se sabe si sonríe o si es una sonrisa llena de
amargura.

Ahora la Gioconda disfruta de una sala enorme y exclusiva, iluminación
especial, vitrina con climatización y cristales blindados, si aún sonríe, ya
es bastante.


AEC

sábado, 19 de febrero de 2011

Antes de empezar.

Dentro de mi mente existen muchos relatos que quiero contaros, por ello me
he aventurado a publicar mi blog, y bueno pues esto es el inicio. Me
gustaría contaros cosas interesantes, historias, anécdotas, y también busco
por supuesto que quien lo lea opine sobre ello, supongo que para eso están
estas cosas.

Como inicio estoy preparando una cosilla para ver si os gusta. Es una forma
de gritar al mundo desde la silenciosa intimidad.

Espero que os guste....


AEC.