jueves, 15 de diciembre de 2011

OPERACIÓN OVERLORD.



Cuantas veces habremos utilizado la expresión, “hoy es el día D”, para aludir un momento determinado de máxima importancia. Pues bien, el día D, se refería a una operación militar que comenzó el 6 de Junio de 1944 y para los aliados llevaba el nombre clave de operación Overlord.

El esfuerzo aliado se concentró en desembarcar en Europa un ejército liberador, que llegara hasta el mismo corazón del Reich. Para esto había que realizar una gran invasión, preparándola en Inglaterra. El año 1942 no pudo ser, ya que todavía no se había podido juntar los hombres y el material necesarios para llevar una operación de tal magnitud. En 1943 la atención principal la llevó el teatro de operaciones de Italia, así que tuvo que posponerse otro año más. 1944 era el año ideal: El gran ejército alemán había quedado reducido a una guerra de varios frentes. En Rusia la situación era desesperante, y en Italia la lucha estaba perdida, aunque seguían pelando. Era el momento ideal para trazar el final irremediable. Era el momento ideal para atacar. Algunos planearon invadir Europa en 1945, pero el sentido común de los más hábiles intuyó que era demasiado tarde, y que Alemania no estaba tan fuerte después de todo.

Como en toda batalla existía una estrategia. En este caso se trataba de lanzar 24.000 hombres en paracaídas tras las líneas enemigas durante la medianoche, sumando un desembarco a las 6 de la mañana en las playas de Normandía.


Las primeras luces de la mañana del día 6 de Junio de 1944 iluminaban las caras de los soldados aliados, embarcados hacia el infierno. Cientos de barcas anfibio navegaban salvando el fuerte oleaje, llenas de soldados con rostro triste y desorientado. Conocían muy bien su misión, pero también eran conscientes de sus consecuencias. En las embarcaciones se oían rezos, lamentos, voces tristes, y vómitos. En el horizonte podían divisar los fuertes Bunkers alemanes, como gigantes hieráticos esperando para matar. Colinas de 15 metros se presentaban imponentes antes la mirada triste de los soldados.
Pronto sonaría el silbato y se abrirían las compuertas de la embarcación. A lo lejos se escuchaban los bombazos alemanes que hacían saltar por los aires cuerpos y barcas. Todos miraban hacia el suelo, tenían miedo, mucho miedo.

Desde el año 1941, Hitler ya se temía un desembarco aliado en la costa atlántica francesa, por lo que ordenó fortalecer la costa, especialmente la del canal de la Mancha. En 1944 Rommel, comandante de las tropas alemanas, ordenó plantar cerca de 20.000 minas, inundar las playas de obstáculos y defensas. Éstas e diferenciaban en dos tipos, el real y el ficticio, las primeras eran minas explosivas contra carros e infantería, del tipo de presión y del tipo de fragmentación, y las segundas eran simples placas de metal para engañar a los detectores. Todo esto formaba parte del muro del Atlántico. Se crearon los llamados pantanos de Rommel, que consistían en la inundación de muchas zonas a los alrededores de pueblos y carreteras, para dificultar el aterrizaje de las fuerzas aerotransportadas aliadas y para dificultar el paso a posibles desembarcos en la playa, pasando así por búnkeres y nidos de ametralladoras que los detendrían hasta que llegaran refuerzos. Se crearon torres vigías altas para controlar el estrecho.



La defensa más potente en las playas de Normandía eran los búnkeres diseñados por los ingenieros de Rommel. Había búnkeres subterráneos con una salida para instalar la MG42, existían otros con pequeñas ventanas cuadradas construidos a base de hormigón, otros contaban con franjas alargadas y muy finas, todo ello para evitar que entrasen las granadas del enemigo. Otro tipo de defensa que ordenó instalar Rommel, fueron las trampas antitanque (estructuras formadas por tres gruesas vigas de metal cruzadas entre si). También montó estructuras rectangulares para frenar las barcazas del desembarco. Más adentro se colocaron extensas alambradas de espino y detrás se encontraban los búnkeres, grandes y largas fosas para que la infantería se moviera en caso de bombardeos, emplazamientos de MG’s42 y morteros tras columnas de sacos de arena, antiaéreos, los famosos Flak 88 y algunos Pak 43. A diez kilómetros de la costa estaba la artillería pesada, que atentaría contra posibles desembarcos. Estos últimos cañones se encontraban unidos telefónicamente por cables subterráneos.

Todo esto es lo que veían los aliados navegando en sus barcazas, con la mirada puesta en el horizonte, frente a ellos la playa de Omaha (Bloody Omaha la llamaban después).
De pronto sonó un fuerte pitido y todo quedó en silencio, siguió un estruendo al abrirse las puertas de la barcaza y apto seguido, los MG42 empezaron a sonar, el silbido de las balas bordeaban la cabeza de los soldados. Pronto el azul del mar se convirtió en sangre y cientos de cadáveres flotaban alrededor. Los médicos no daban abasto. Uno de ellos socorrió a un Ranger que tenía unas peligrosas heridas en su cabeza. Cuando el médico le quitó el casco la masa cerebral empezó a derramarse intentando metérsela de nuevo hasta que se dio cuenta de que había muerto…



La batalla de Normandía de 1944, denominada operación Overlord, fue la invasión de Europa, llevada acabo en el noroeste de Francia, entonces ocupada por la Alemania Nazi. El esfuerzo aliado se concentró en desembarcar en Europa un ejército, que después de liberar Francia, llegara hasta el mismo corazón del Tercer Reich. Los preparativos de la operación Overlord se iniciaron en Gran Bretaña. La Operación Overlord involucraba al grueso de los ejércitos estadounidenses e imperial británico, apoyados por tropas auxiliares francesas, polacas y de otras nacionalidades para asaltar las playas de Normandía.

Originalmente la misión iba a comenzar el día 5 de Junio, pero debido a las inclemencias metereológicas, se decidió trasladar al día siguiente. El 6 de Junio por la noche, 10 divisiones estadounidenses, británicas y canadienses se pusieron en marcha. Aunque no se lograron todos los objetivos previstos y se conquistó mucho menos de lo esperado, si se consiguió por otra parte instalar sólidas cabezas de puente donde a lo largo de los siguientes días desembarcarían 250.000 hombres y 50.000 vehículos. Se desarrolló desde el 6 de junio, conocido como Día D (D-Day); hasta el 25 de agosto (Liberación de París).
El desembarco de Normandía fue la mayor operación e invasión por mar en la historia, aproximadamente 3 millones de soldados cruzaron el Canal de la Mancha desde Gran Bretaña a la región de Normandía en la Francia ocupada. El ejército aliado estaba formado por 1.750.000 británicos (incluidas las tropas imperiales), 1.500.000 soldados estadounidenses y 44.000 voluntarios de otras nacionalidades. En total formaban un ejército de unos 3.500.000 hombres aproximadamente.

Se decidió lanzar tropas paracaidistas para asegurar algunos sectores, y después se produciría el desembarco en las playas de Utah y Omaha. En esta última se liberaron las batallas más sangrientas.

Siguiendo con el desarrollo del conflicto, una de las formas de desorientar al ejército alemán en las playas de Normandía, fue lanzando desde aviones aliados, trozos de papel de aluminio para confundir a los radares alemanes. Los aliados hicieron todo tipo de maniobras de contraespionaje y distracción, crearon para ello un ejército fantasma al mando del general Patton, que consistía en tiendas de campaña vacías, camiones y tanques de goma y comunicaciones ficticias.


El primer objetivo estratégico fue la creación de una base desde la que pudiera partir la ofensiva general en dirección al Rin. Se alejó a la aviación alemana de la zona de invasión de dos maneras: Por una parte, destruyendo al máximo las bases de la fuerza aérea alemana en el norte de Francia, obligándoles a estacionar su aviación al sur de Francia. Y por otra, intensificando los bombardeos sobre ciudades alemanas, consiguiendo que los alemanes trasladasen un importante contingente de cazas situados en Francia a Alemania para la incrementar allí la defensa. El objetivo se cumplió plenamente ya que el día de la invasión, la fuerza aérea alemana contaba únicamente con 300 aparatos estacionados en Francia y la escuadrilla más cercana a Normandía se componía de dos únicos cazas.

El plan aliado consistía en desembarcar en las playas, establecer puertos artificiales, romper la resistencia alemana, penetrar en la llanura francesa y liberar París, y con esto abrir el definitivo paso para penetrar en Alemania hasta encontrarse con las tropas rusas, finalizando la guerra con la rendición incondicional de Alemania.

La liberación de París se llevaría a través del Sena los días 23 y 25 de agosto y contando con tropas de la Francia libre apostadas en Normandía como fue la 2ª División Blindada del general Leclerc, cuya 9ª compañía estaba compuesta en su totalidad por republicanos españoles. A pesar de este importante debilitamiento y retroceso de las fuerzas alemanas los ataques no eran inofensivos. En estas fechas tan avanzadas aún se constatan varios contraataques con artillería panzer y un austero aguante beneficiados por cierta torpeza manifestada por las tropas británicas en la toma de la ciudad de Caen. Finalmente, París fue liberado al tiempo que se realizaba otro desembarco aliado en el mediterráneo como refuerzo a esta victoria, ahora la línea física que separaba los dos contingentes era el Rin y los aliados se sentían más invencibles que nunca. La guerra parecía haber llegado a su fin, muy pocos eran los frentes europeos que ofrecerían una resistencia tan rígida como el descrito, Alemania sería sólo un recuerdo.


Fue una invasión audaz y poderosa, una de las mayores epopeyas militares de la historia y tuvo sus frutos, ya que se apoderaron del canal de la Mancha y lograron liberar a París en agosto, logrando así detener a Alemania, y acercarse aun más con las tropas terrestres a Berlín para terminar con el mayor enemigo, Alemania.