jueves, 9 de junio de 2011

La Mafia.



Hoy voy a escribir sobre un tema muy delicado y quiero tratarlo desde un punto de vista histórico, ya que el intentar analizarlo al detalle para mi es complicado. Por suerte o por desgracia no soy un mafioso. Tampoco puedo desarrollarlo desde el punto de vista personal, pero intentaré adentrarme todo lo que pueda en este mundo que guarda una historia, que seguro que os interesa.

En Italia hay cuatro mafias principales: La Cosa Nostra (Sicilia), La Camorra (Campania), la Ndrangheta (Calabria) y la Sacra Corona Unita (Apulia). Hoy hablaremos de la Mafia Siciliana. También hay que decir que en el resto de mundo existen muchas mafias, como la de EEUU, la mafia de Cuba, mafia en Sudamérica, la irlandesa, albanesa, etc.…

La Mafia nació en Sicilia, donde se denominó Cosa Nostra. En su origen era una confederación dedicada a la protección y el ejercicio autónomo de la ley (justicia vigilante), y más adelante al crimen organizado. Sus miembros se denominan mafiosos, que significan “hombres de honor”. Los miembros de los distintos clanes mafiosos emplean una serie de códigos de honor, inviolables, de los cuales el más conocido es la “ley del silencio”.


Ocurre que el crimen organizado representa un fenómeno que se da en todas partes, porque incluso en el mundo del delito resulta ventajoso buscar colaboradores, pero en cambio las organizaciones mafiosas representan un fenómeno, bastante raro. Tres rasgos las caracterizan: la permanencia en el tiempo, el juramento de fidelidad de sus componentes y la aspiración al control del territorio. La extorsión mafiosa, como la que practica ETA, no es un negocio ilegal más, sino el medio a través del cual se hace patente ese control, que convierte a la mafia en un pequeño Estado oculto. Cuando para vivir tranquilo hay que pagar a la mafia es que se ha impuesto una autoridad ilegal que compite con la del Estado. Por otra parte, sólo la corrupción de algunos representantes del Estado -políticos, jueces, policías- hace posible que esto llegue a ocurrir. El poder de una mafia se basa tanto en el miedo como en la corrupción.

En 1993 se demostró que la mafia no era una mentalidad criminal sino una organización con sus jefes, sus reglas, sus lealtades y sus castigos para los traidores. Esto resultó decisivo ya que el combate contra la mafia no ha comenzado a tener éxito hasta que no se ha comprendido lo que realmente significa. Para ello fueron muy importantes las confesiones de Tommaso Buscetta, un miembro del bando perdedor, en la feroz guerra interna de la mafia que desató a comienzos de los años ochenta el clan de Corleone. Y es que la mafia no consta solo de pistoleros, si no que existe una organización muy potente y desarrollada, donde la política se adapta al desarrollo de la estructura, con la que mantenían relaciones influyentes, incluso con personajes de la democracia cristiana. El Padrino no se debe representar como una imagen caricaturesca como en el personaje de Al Pacino, es algo mas serio y mas profundo donde se debe guardar un respeto.

En La Mafia existió un periodo trágico y épico, pero actualmente las cosas parecen haber vuelto a la normalidad. Ahora de la Mafia se habla menos porque ya no hay “cadáveres excelentes”, es decir, personalidades asesinadas. De hecho la tasa de homicidios se ha reducido considerablemente. Pero esto no quiere decir que la mafia haya abandonado su negocio lucrativo, negocio que se basa en el miedo. Pienso que la lucha contra la mafia ya no es una prioridad política, y es que hay un antiguo dicho siciliano que dice “la mejor palabra es la que no se dice”. Para mi, existen silencios cómplices y miedos, me gustaría preguntárselo a quienes combaten cotidianamente contra la mafia siciliana. Respecto a esto en mi mente aparece el nombre del juez Giovanni Falcone, enemigo número uno de la mafia y que fue asesinado a los 52 años. Once de ellos se los pasó en el despacho-bunker del Palacio de Justicia de Palermo. Una de sus frases más famosas fue “investigar sobre la mafia es como caminar sobre terreno minado: nunca hay que dar un paso sin estar seguro de que el siguiente no nos hará saltar por los aires”

Y es que la mafia en el siglo XIX se transformó en una red de clanes criminales que dominaban la vida rural de Sicilia. El gobierno fascista de Mussolini llegó a suprimir la Mafia, pero el clan resurgió pasada la segunda guerra mundial, y años posteriores se extendió de Sicilia a toda Italia.

Un nombre muy importante en la década de los 80 y principios de los 90, creo que el más importante de la mafia, es Salvatore Riina, uno de los más famosos mafiosos de Sicilia. Apodado la bestia o el corto (por su estatura), asesinó personalmente a más de 40 personas y ordenó las muertes de otras mil. Su familia eran los Corleonesi, quienes desarrollaron una despiadada campaña de violencia tanto contra los clanes rivales como contra el estado, que culminó con el asesinado de dos jueces. Esto provocó un rechazo público a la mafia y llevó a una redada masiva por parte de las autoridades, que concluyó con la captura y encarcelamiento de Riina y gran parte de sus asociados.

La estructura de la mafia, se divide en lo que ellos llaman famiglias. Es como una banda criminal pero con un poder de organización impresionante. El organigrama que utilizan era el siguiente:
1. Jefe (Capo crimini). También llamado don, en él se concentra el poder de la familia. Da las órdenes, y el resto de la familia espera para seguirlas sin ninguna pregunta.
2. Consejero (consiglieri). Es como un mentor para la familia, un asesor del capo que ocupa el segundo lugar en jerarquía y generalmente no da órdenes.
3. Under boss (sotto capo). Es el encargado de controlar las operaciones cotidianas de la familia, y por decirlo de algún modo, es quien tiene la palabra en las calles.
4. Contador (contabile). Este miembro es el encargado de las finanzas y los negocios de la familia.
5. Capitán (capogerime). Es el líder de un equipo ó décima compuesto de 10 o 15 (soldatos) soldados.
6. Soldados (soldatos). Estos son los tipos que hacen el trabajo sucio. Son considerados miembros de la familia y cada soldado puede tener socios que anden con él.
7. Socios (giovane d'onore). Estos son lo que hacen el verdadero trabajo sucio. Ellos no son considerados miembros de la familia, y están totalmente dispuestos a realizar cualquier golpe con tal de ser aceptados dentro de la familia.

Una vez conocida su estructura, quiero explicaros sus mandamientos:
1- Prohibido prestar dinero directamente a un amigo. Si es necesario hay que hacerlo a través de una tercera persona.
2- No desearás a la mujer del prójimo.
3- Prohibida cualquier tipo de relación con la policía.
4- El verdadero hombre de honor no se dejará ver por bares y círculos sociales.
5- Estar disponible en cualquier momento, incluso si la mujer está a punto de parir.
6- Una puntualidad y respeto de manera categórica.
7- Respeto a la esposa.
8- Decir la verdad a cualquier pregunta y en cualquier situación.
9- A pesar de que se puede matar, extorsionar y traficar nunca se podrá robar el dinero a otras personas o a miembros de otras familias.
10- Este mandamiento contiene las normas que debe cumplir una persona para poder ser uno de los “amigos de los amigos”. No podrá tener ningún familiar en la policía, haber traicionado sentimentalmente a su mujer o carecer de valores éticos y morales.

Al contrario de lo que sucede en EE.UU., hay negocios que la Cosa Nostra siciliana no trabaja. Por ejemplo, generalmente, la mafia siciliana no se ocupa de la prostitución y el juego. En cambio, otros negocios, son llevados a la máxima expresión, como el caso de la extorsión. Ésta se practica en Sicilia de manera sistemática y constituye un medio eficaz para el control del territorio.

Al principio se le pedía una contribución al comerciante para la gente que estaba en prisión, o eso se decía. A cambio, la Cosa Nostra ofrecía protección y no era raro que eliminara a los pequeños delincuentes responsables de desórdenes en barrios controlados por una familia. Hoy en día, esta pequeña delincuencia está más o menos tolerada. Se trata de una decisión de los corleoneses: así la policía centrará sus esfuerzos en estos delincuentes. Todo el mundo paga comisiones o el pizzo como se le llama normalmente. Este dinero sirve para pagar a la mano de obra de la mafia, a la gente del trapicheo. Sin embargo, las cantidades de pizzo cobradas por Cosa Nostra están descendiendo con respecto a hace algunos años y esto es una mala señal. ¿Por qué? Si se piden menos comisiones, significa que el mafioso se está haciendo empresario y ya no necesita del pizzo tanto como antes. Aun así, sigue reportando enormes beneficios y es una gran fuente de ingresos.

También es muy importante la obtención de las contratas públicas. La mafia se sirve para ello de las conexiones políticas, como por ejemplo con los alcaldes de Palermo Salvo Lima y Vito Ciancimino, que adjudicaban obras públicas a hombres de paja interpuestos por la Cosa Nostra. El favor de los políticos para la Cosa Nostra es casi siempre a cambio de votos. Además, con la llegada de los fondos europeos a Sicilia, la mafia se está haciendo más rica desviándolos.

Pero con lo que realmente hizo negocio la Cosa Nostra fue con el tráfico de drogas. En los años 80, Sicilia se convirtió en la primera fábrica mundial de heroína, distribuyendo a toda Europa y Estados Unidos. El tráfico de drogas era una actividad privada, propia de cada familia. Esto cambió con la llegada de los corleoneses al poder, que absorbieron el negocio para la Cosa Nostra y lo diversificaron: unas familias se encargarían de la distribución, otros del refinamiento, etc.
Esto no quita para que la mafia siciliana tenga intereses en otros negocios y sea a veces partícipes de robos, estafas y se lleve una parte de los que la pequeña delincuencia gana.


La principal división entre la Mafia siciliana hoy en día es entre aquellos jefes que han sido condenados o están en la cárcel, principalmente Salvatore 'Toto' Riina y Leoluca Bagarella, el capo di tutti capi desde 1993 hasta 1995, y aquellos como Bernardo Provenzano, que están libres, o no han sido condenados. Los jefes encarcelados están sujetos a un fuerte control en sus contactos con el mundo exterior, limitando su capacidad para dirigir operaciones desde la cárcel, bajo la ley italiana 41 bis. Antonio Giuffrè, un confidente cercano a Provenzano, sostiene que en 1993, la Cosa Nostra tenía contacto directo con representantes de Silvio Berlusconi mientras creaba su nuevo partido, Forza Italia. El trato al que dice que habían llegado era revocar la 41 bis, y otras leyes anti-Mafia, a cambio de las ayudas electorales en Sicilia. Pero mientras Forza Italia mantiene 61 escaños en el Parlamento, nadie sugiere una conexión directa entre Berlusconi y La Cosa Nostra. Incluso si se demuestra que las alegaciones no tienen ningún fundamento, los miembros de Cosa Nostra se sienten decepcionados por un gobierno que piensan que, correcta o incorrectamente, tiene elementos a favor de ellos. Recientemente, se desplegó una pancarta en un partido de fútbol en Palermo que decía "Estamos todos unidos contra la 41 bis. Berlusconi ha olvidado Sicilia". Corren malos días para los enemigos de la Mafia, pero tengan o no éxito los esfuerzos de Provenzano en aislar o apaciguar a los jefes internados, y en unir a La Cosa Nostra de nuevo, queda por ver qué es lo que sucederá de aquí en adelante.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

que bueno, yo quiero ser mafioso antes que mason jejeje, mola más, un abrazo.
^Pier^

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