Viendo las graves consecuencias producidas por un gigante de la naturaleza en Japón, muchos recordamos lo que hace más de dos décadas ocurrió en Chernobyl.
Como una broma siniestra, clavados en el suelo envenenado de la región y en medio de una vegetación que ahora crece gris y sin vida, pueden leerse todavía los carteles oxidados de la era soviética. “Los bosques son los pulmones del planeta”, “Cuidemos los árboles del fuego”, “Salud a los compañeros trabajadores de Chernobyl”.
El 26 de Abril de 1986, el aire quedó contaminado, la naturaleza destruida y los trabajadores de Chernobyl murieron por tumores o malformaciones nunca vistas. Todo lo que tenía vida fue afectado de alguna manera, pero no los carteles, que se mantienen vivos con su mensaje macabro o quizás como una advertencia. Chernobyl es la prueba misma de los riesgos a los que se expone el ser humano cuando juega con la muerte. El suceso ocurrido en esta ciudad ha sido considerado el accidente nuclear mas grave y uno de los mayores desastres medioambientales de la historia.
Hoy vamos a resumir lo que paso aquella madrugada de Abril en la central nuclear Lenin (se le llamaba así en honor al dirigente revolucionario).
Durante una prueba de medidas de seguridad, una conjunción de errores humanos y las insolvencias acumuladas, desencadenaron una explosión en el núcleo del reactor, que produjo la voladura del techo blindado del mismo, arrojando fragmentos de combustibles y grafito en llamas, que produjeron una treintena de incendios más.
Hacia las 5:00 de la mañana, los bomberos habían apagado la mayoría de ellos, con costos terribles en vidas por la sobreexposición a la radiación.
Luego de fracasar en su intento de inundar al núcleo para enfriarlo, los soviéticos decidieron cubrirlo con materiales absorbentes de neutrones y rayos gamma (plomo, arena, arcilla, dolomita). Del 28 de abril al 2 de mayo, se dedicaron a hacerlo desde helicópteros. El primer acercamiento desde el aire evidenció la magnitud de lo ocurrido. En el núcleo, expuesto a la atmósfera, el grafito del mismo ardía al rojo vivo, mientras que el material del combustible y otros metales se había convertido en una masa líquida incandescente. La temperatura alcanzaba los 2.500 °C y en un efecto chimenea, impulsaba el humo radiactivo a una altura considerable.
Era tarde. Una gigantesca nube radiactiva comenzaba a extenderse por toda Europa.
Se cavó un túnel por debajo de la central, para introducir un piso de hormigón y evitar la contaminación de las napas de agua subterránea. Así consiguieron que cesaran las grandes emisiones de material radiactivo. La consecuencia inmediata del accidente fue la muerte de 31 personas, 2 por la explosión y 29 a causa de la radiación. Todas formaban parte del personal de la planta.
Al mismo tiempo, los responsables de la región comenzaron a preparar la evacuación de la ciudad de Prípyat y de un radio de 10 Km. alrededor de la planta. Esta primera evacuación comenzó al día siguiente de forma masiva y se concluyó 36 horas después. La evacuación de Chernobyl y de un radio de 36 Km. no se llevó a cabo hasta pasados seis días del accidente. Para entonces ya había más de mil afectados por lesiones agudas producidas por la radiación. Para Mayo de 1986, aproximadamente un mes después del accidente, todos los habitantes que habían vivido en un radio de 30 Km. alrededor de la central habían sido desplazados. Sin embargo la radiación afectó a una zona mucho mayor que el área evacuada.
135.000 personas fueron evacuadas, permaneciendo extensas áreas deshabitadas durante muchos años. La estimación de los radionucleidos que se liberaron a la atmósfera se sitúa en torno al 3,5% del material procedente del combustible gastado (aproximadamente 6 toneladas de combustible fragmentado) y el 100% de todos los gases nobles contenidos en el reactor.
Los dirigentes de la URSS habían tomado la decisión política de no dar más detalles. Pero ante la evidencia, el 14 de mayo el secretario general Mijaíl Gorbachov decidió leer un extenso y tardío, pero sincero, informe en el que reconocía la magnitud de la terrible tragedia.
Con el paso del tiempo el sarcófago construido para proteger el sector 4, se ha ido degradando por el efecto de la radicación, hasta el punto de existir un alto riesgo. Se tomaron medidas para construir una protección permanente que reduzca el riesgo, pero el costo era altísimo para Ucrania, 768 millones de euros (cálculos de 1998), y era incapaz de afrontarlo. Pidió ayuda internacional, consiguiendo los fondos necesarios, que aumentaron por culpa de la inflación. En total y hasta la fecha se habían donado 1000 millones de euros, la nueva construcción del sarcófago comenzó el 23 de septiembre de 2007 con una finalización prevista para el 2012, para ello se debe extraer todo el combustible del reactor 3. Se prevé y esto es alarmante que el nuevo sarcófago en forma de arca evite los problemas de escape de materiales radiactivos desde Chernobyl durante al menos 100 años. ¿Y después?
Una historia triste y verdadera, que nos hace recordar lo peligrosas que son las centrales nucleares, en España actualmente tenemos 6, todas en la península y dos de las cuales cuentan con 2 reactores (Almaraz y Ascó). Según estudios realizados necesitaríamos entre 40 y 50 centrales nucleares de 1000 megawatios para cubrir la demanda actual.
En Japón se habla del peor accidente nuclear desde Chernobyl, existen aproximadamente 450 centrales nucleares en todo el mundo, y otras tantas en proyecto. Sacar vuestras propias conclusiones.
Nuevo Logo !
Hace 12 años
3 comentarios:
La energía nuclear de alto riesgo, pero muy necesaria...creo...
Saludos
Ambas cosas son ciertas, quizás falte más seguridad.
Un saludo.
Y lo mas jodido es que después del accidente la central siguió funcionando, la verdad es que las medidas de seguridad eran precarias, aun así el riesgo es inmenso, hipotecamos nuestro futuro y el de muchas generaciones.
Buen tema poe, como siempre, 1 abrazo
^pier^
Publicar un comentario